
Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie.
Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.
Un nuevo día es una nueva oportunidad para hacerlo bien.
Existio una persona que podría entenderme. Pero fue, precisamente, la persona que MATÉ.
La vida da VUELTAS aprende a RODAR.